martes, 12 de junio de 2018

Lo moral y lo económico

Puesto que uno de nuestros temas de clase es la justicia o injusticia en la redistribución de la renta, he decidido hacer una de mis últimas entradas del blog sobre una reflexión al respecto.

Tras haber escuchado numerosas explicaciones y haber leído unos cuantos textos, he llegado a una conclusión similar a la de, por ejemplo, Sandel. Cualquier individuo que haya obtenido de manera legítima o lícita cierto capital, tiene pleno derecho sobre el mismo sin importar cualquier situación ajena a él. No se puede intervenir en la propiedad de alguien que se ha convertido en poderoso dentro de los cauces de la legalidad del Estado. Si la desigualdad entre clases es pronunciada, inmoral e incluso ofensiva, no es culpa del poseedor, sino de un Estado que permite dicha posesión por encima de los principios morales básicos. Cada individuo debe decidir qué hacer con su propiedad privada, y ningún gobierno debe de intervenir en ella para solucionar un problema que este mismo crea. Para centrarme en algo más concreto y actual, voy a hablar de la tan polémica frase "¡Qué injusto que un futbolista cobre cinco mil veces más que un médico!"

Bajo mi punto de vista, el adjetivo "injusto" no es aplicable en esta situación, pues los futbolistas se ganan hasta el último céntimo del dinero que reciben. Tal vez sea vergonzoso, pero no injusto. Para que una economía funcione, cada cual debe ser "premiado" en función a su contribución a dicha economía, es decir, recibir los beneficios correspondientes a su producción. La obtención de capital va en función del valor que se genere, no del esfuerzo que se haga. Por supuesto que un médico trabaja más y aporta más a la sociedad, por supuesto que su labor es más beneficiosa y útil para la humanidad, pero el futbolista fomenta mucho más el sistema económico. Un grupo de futbolistas pueden llenar estadios con cien mil personas, atraer masas a un determinado país para favorecer en cifras inconcebibles la hostelería y el turismo del lugar, promover la industria de la construcción con la necesidad de nuevas instalaciones deportivas, ser cara pública de miles de marcas y empresas, etc.

Si la población optara por ver análisis de sangre en directo o autopsias a modo de entretenimiento, tal vez los médicos y cirujanos vivirían mejor. Si la actividad preferida del pueblo fuera asistir a debates políticos o participar en ellos, esta labor recaudaría más dinero. Por desgracia, el foco de atención nacional está en actividades menos productivas, así que, de momento, la recompensa moral por un lado y la económica por otro.


               
                                                                                                                    Yzan Pérez, 1º HCSB


1 comentario:

  1. Buena entrada Yzan. Una cosa nada más. En el vídeo que vimos en clase Sandel estaba explicando a Nozick, poniéndose en su piel. Con quien dices que estas de acuerdo en con Nozick.
    Saludos

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